Por: Ameyalli López, Jacqueline Toledo, Erick Santiago y César Olvera.
La obesidad es un problema de salud, no sólo físico sino también tiene un gran impacto en el aspecto psicológico, ya que no sólo es cuestión de seguir una buena alimentación y hacer ejercicio, también hay que tomar en cuenta los factores emocionales y sociales que inciden en las personas que padecen de esta enfermedad.
Para lograr un tratamiento eficaz, es necesario en principio la disposición y completa dedicación de la persona a tratarse, en conjunto del apoyo social, familiar y evidentemente de profesionales de la salud; desde médico general, internista, nutricionista y psicólogo para lograr un equilibrio en todos los aspectos que inciden en el descontrol de la persona por tratar, existen varias técnicas de tratamiento, hasta ahora las que han sido más eficaces, incidiendo en el aspecto psicológico.
A raíz de esto, es importante que los psiquiatras y psicólogos tomen una formación especifica para la obesidad para que así estas técnicas e intervenciones sean óptimas para tratar a los pacientes que ya padecen obesidad. Así mismo, incrementar la promoción de la salud ante la sociedad porque bien se sabe que en nuestro país esto es un problema de salud pública que se ha buscado erradicar a través de la promoción y prevención de la enfermedad, que está a cargo en el área de la Psicología, la Psicología de la salud.
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